Resumen del seminario presentado por Ana P. de Quiroga
La educación actual está
encaminada a crear mentalidades individualistas y pragmáticas con fines
productivos.
- Enfatiza
competitividad y logro individual.
- Destruye
prácticas colectivas y trabajo en grupo.
Trabajo grupal. Parte de
necesidades individuales que se vuelven grupales.
Quienes ostentan el poder afirman
que es necesario construir proyectos alternativos basados en la
contextualización de la realidad para volverla educativa, logrando así
modificar el entorno, para ello el proyecto debe de ser un proyecto de sociedad
político.
Por otro lado, Freire y
Pichón-Rivière también buscan cambios educativos pero suponiendo las formas de
supresión que existen en los programas educativos; para ellos lo esencial del
trabajo grupal es que al interactuar todos aprenden de todos, obteniendo un
conocimiento crítico sobre la realidad que les rodea dentro y fuera del espacio
escolar, logrando la transformación, es decir, la educación; como tal dicha
tarea educativa es inacabada e inacabable interviene lo que el hombre / mujer
es y lo que busca transformar de su entorno.
Así, el conocimiento permite la
reciprocidad entre las personas y la elaboración crítica de una apropiación de
la realidad, ya que el proceso es dialéctico; cuando esto no es permitido, la
educación es opresora. Para evitar reproducir la opresión, al educar es
necesario que el sujeto experimente la capacidad que tiene para transformar su
situación, participando activamente de forma consecuente en la lucha hacia su
liberación, basada en un proceso didáctico entre los hombres.
La estrategia que propone
Pichón-Rivière está encaminada a comunicar conocimiento, a desarrollar y modificar
actitudes. Su teoría debe de ser comprendida tomando de referencia el contexto
histórico-social que vivió Pichón-Rivière, así como sus propios intereses
sociales, su teoría está fundamentada en su práctica social, en su relación con
los otros; ya que el contexto es determinante del texto en el que da respuesta
a los interrogantes de su tiempo que son a la vez los suyos propios.
Una característica esencial del
pensamiento creador es su carácter divergente en relación a lo ya instituido.
Este objeto de conocimiento se nos expone y al mismo tiempo se nos opone
movilizando al creador a encontrar claves de comprensión y de desciframiento.
Tal pensamiento expresa al sujeto real de la producción cultural como un sujeto
colectivo, como un grupo social, es decir, un conjunto de hombres articulados
por relaciones y relegados por intereses comunes. El esquema de referencia de
tal sujeto se sustenta en un fundamento motivacional de experiencias vividas.
Existen ciertos rasgos dominantes
de la actitud social, institucional y familiar ante aquellos a los que no se
comprenden como la proyección, el despojo, prejuicio, segregación y
descalificación sistemática.
La técnica de grupo operativo
propuesto por Pichón-Rivière rescata para el aprendizaje el carácter de producción
social que tiene el conocimiento, logrando integrar la heterogeneidad de los
integrantes de dicho grupo. Es necesario lograr un vínculo progresivamente
creativo y libre entre el sujeto y el mundo, vínculo en el que se va dando la
aproximación instrumental de la realidad para transformarla, logrando así el
aprendizaje; es necesario integrar las estructuras afectivas, conceptuales y de
acción (sentir, pensar y hacer) para lograr dicho aprendizaje y que éste
resulte significativo.
La técnica del grupo operativo,
arriba mencionado, motiva a los integrantes a centrarse en el reconocimiento de
sus necesidades, la elaboración de un proyecto y el desarrollo de una tarea que
implica hacer y reflexionar crítico en función del objeto propuesto. Esta
reflexión es básica para visualizar y resolver obstáculos, para contener y
elaborar ansiedades emergentes en relación a la tarea y los procesos de
interacción.
El aprender a aprender y a
pensar, implica un pensamiento dialéctico que visualice las contradicciones en el
interior de los fenómenos y las múltiples interconexiones de lo real; se pasa
de la dependencia a la autonomía, de la pasividad a la acción protagónica, de
la rivalidad a la cooperación, cada quien rescata su propio saber y experiencia
y la del otro. En este aprendizaje, se da un proceso integrativo, de práctica y
teoría, las funciones del que enseña y del que aprende son alternantes.
Retomando nuevamente el contexto
socio-histórico de Freire, sus aspectos motivacionales y su propia elaboración
de conocimiento intentó (y lo logró) atacar educativamente en dos planos: en la
cabeza y en la vida de quien aprende, pensaba en el proceso educacional como
una herramienta y como transformación de la realidad; afirmando que la
educación se da cuando cambia la vida de las personas, cuando su vida mejora y
por lo tanto viven una vida diferente, una idea ampliamente reconocida de
Freire es la que dice que “nadie educa a nadie, pero al mismo tiempo, nadie se
educa enteramente solo”.
El proceso educacional es un
desafío, la propia realidad compuesta de situaciones problema, de inquietudes,
de angustias y de aspiraciones del grupo. Cuando uno enseña, necesariamente
aprende, para ello es necesario conocer la realidad que vive el grupo con el
que se va a trabajar. El componente fundamental del proceso educativo es dicha
aproximación a la realidad vivida por el docente, que a su vez reeduca a este
en su práctica.